Luego de la ruptura política, económica y social acaecida en el año 2001 y de la insuficiencia institucional de reacomodamiento gubernamental, producida por las políticas neoliberalistas de los años noventa llevaron a los sujetos políticos a repensar una política mejor. Reestructurar un proyecto político de largo plazo parecía impensado en la República Argentina, patria grande, libre y soberana. Sin embargo, la convocación a elecciones en el año 2003 renovó y terminó de echar por tierra los rincones oligarcas y demagógicos. Provisto de un pasado lleno de ideales, Néstor Kirchner se alza con la presidencia y con las esperanzas de los argentinos de creer que un país más justo era posible. El proceso se inicia en aquellos años dónde la situación económica y social hacía temblar las estructuras nacionales. La deuda interminable y sin la posibilidad de iniciar un proyecto fuera de la tutela del Fondo Monetario Internacional parecía imposible, pero dando un portazo a aquellas recetas dijo Néstor: _”En mi país nadie viene a patotearnos”. Así pues, propuso un proyecto que enarboladas por el apoyo del Frente para la Victoria y el apoyo incondicional de millones de argentinos se logró salir de la deuda externa pagada en su totalidad, iniciar un proyecto de becas estudiantiles en todos los niveles de educación, implementación de leyes que dieron el sustento a una vida institucional que hacía agua por la corrupción y el monopolio, sin mencionar que el sistema laboral del país estaba totalmente destruido por lo que se acudió al aumento de planes sociales que apalearan el vacío laboral de los argentinos. De a poco, pero a paso firme el riesgo país se esfumo, el default dejo de nombrarse y el ambiente político a estabilizarse, se crearon puestos de trabajos y subsidios a las industrias de todo tipo. Creaciones de la UNASur, Banco del Mercosur, apoyo latinoamericano, etc. Tengamos en cuenta sólo algunas de estas proyecciones que sirvieron para levantar lentamente el país.
El Frente para la Victoria es el movimiento más prístino del “Kirchnerismo” como suele llamarse, pero que sólo es una de las aristas del movimiento. El proyecto continua con la primera mujer electa por comicios libres en la República Argentina, Cristina Fernández de Kirchner. La condición de esposa era intrascendente para las críticas de la oposición, el salto hacia adelante ya estaba resuelto. Innovaciones legislativas de todo tipo, apertura comercial, fondos subsidiarios de todo tipo (sin precedente en la República), aumento del PBI a records, superávits fiscales, aumento en exportaciones, etc. Sin hacer un partidismo o parcialidad de esto, vale la pena preguntarse ¿por qué no apostar a este proyecto de una Argentina que hoy luego de once años vemos florecer, sin ser la panacea, como un proyecto serio en dónde se puede depositar las esperanzas? La respuesta es fácil, apostar a un proyecto en el cuál se saben los resultados es una ventaja y, más aún, saber que es viable muchos más.
Este movimiento tiene respuesta nacional y provincial, encuentra reparo, pero en nuestra localidad en la que es gobernada por un demagógico que está sentado hace más de 15 años en el poder de una Intendencia sólo puede gobernar con un sentido que hace dos mil años fue repudiado por los romanos con su lema:_”pan y circo”. El conformismo logrado por la UCR de General Pinedo es meritorio de su mismo gobierno, como se suele decir, se “achancho” sin la posibilidad de dar respuesta a las exigencias provinciales y nacionales, una política desfasada sin un proyecto serio más que pan y circo. La práctica de ese partido en términos históricos sería catalogado como “conservadurismo”, practicado por el partido autónomo nacional de fines del siglo XIX quienes son los responsables del “patronazgo” que en la actualidad se denomina “ñoquis” o si lo prefieren “clientelismo”. Poco tiene de radicalismo si acudimos a la ideología partidista de los correligionarios, pregonan la democracia institucional cuando son ellos quienes utilizan a las instituciones para afirmarse en el poder. La ideología Radical Intransigente sobre todo aborrece las reelecciones, y sale la pregunta:¿cuántas ree-ee-ee-eelecciones tiene el Sr. Juan Antonio Reschini? Antes que democracia nos huele a dictadura, ¿por qué? No confundamos dictadura con autoritarismo ni con perpetuarse en el poder. Una de las características de la dictadura es utilizar las instituciones públicas en favor de la conveniencia de un partido o una persona. ¿Cómo se puede saber que lo mejor es lo que se tiene si es lo único que se conoce? ¿Cómo se puede saber que lo mejor es lo que está por venir?
Es por todo esto que General Pinedo de una buena vez debe terminar de alinearse al progreso del país. La salida está frente a sus ojos, el movimiento Frente para el Cambio es la sintonía más prístina del Frente para la Victoria que gobierna la Provincia del Chaco con el Gobernador Jorge Milton Capitanich. Hay que decir“Basta”y dejar de estar al margen de unos pocos, hay nuevos sujetos políticos que tienen la esperanza de lograr una política acorde. Este movimiento con motes más o motes menos desde 2003 hasta la actualidad siempre ha buscado la alineación con el proyecto nacional y provincial; con una política particular específica para la comunidad, los trabajadores
y los menos beneficiados. Somos el
Cambio que viene, somos el Cambio que usted decida. VOTE FRENTE PARA EL CAMBIO. Porque trabajamos para usted y no para quedarnos en el poder. Tenemos un proyecto serio para General Pinedo, un proyecto coordinado, estructurado y justo. Un proyecto en dónde establecemos la repartición equitativa y transparente de los Fondos Nacionales y Provinciales, dónde las instituciones tengan los insumos para lograr la eficiencia, dónde no sean corrompidas las normas democráticas tanto de la Intendencia como el conjunto institucional. Dónde la prioridad son los menos beneficiados y los trabajadores. Donde la práctica comercial de los que más tienen y los que menos tienen sea equilibrada, sin ser tendenciosa por afinidad política.